A menudo vemos la palabra imagen corporativa como las cosas tangibles o intangibles que salen desde la propia universidad. Pero sin querer, el mismo país que promueve las mejores universidades del mundo, se encuentra con la contradicción del estudio en esos mismos centros.
Con esto me refiero al cine juvenil americano en el que salen más de mil historias de una universidad en la que lo que más importa es entrar en la mejor hermandad, las novatadas (muy crueles a mi parecer), las fiestas y no suspender (que no es lo mismo que aprender y luchar por notas altas)
Cierto es que, si es así en realidad, ya empiezan desde jóvenes a preocuparse más por al apariencia externa que el cómo ser por dentro, aunque eso está más reflejado en las series que en las películas. Aunque ya sería estar juzgando a la imagen de los jóvenes del país y no la imagen corporativa de las universidades.
Lo que quiero decir no es que no se tomen en serio el estudio y a carrera, porque las universidades tienen prestigio por tener calidad, pero una gran parte del campus universitarios están entregados al deporte y actividades extraescolares. Hay muchas becas deportivas que te permiten ir a las mejores universidades, y gente con mayor capacidad intelectual tiene que conformarse con una graduación menor de calidad de universidad. Allí lo que cuenta, generalmente, es dónde has estudiado y te califican por ello, sin tener en cuenta cuánta nota has sacado o cuales son tus aptitudes.
En conclusión, desde la juventud del resto del mundo, se ven las universidades americanas destinadas a la fiesta, los ligues, y el carpe diem… Que seguramente en España se “corran juergas” del mismo calibre, pero nos empeñamos por sacar lo antes posible nuestra carrera y triunfar por nosotros mismos.
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